THE AMAZING SPIDERMAN
Aquí estamos ante la vuelta a la gran pantalla de una de las puntas del tridente en cuanto al mundo de los Superheroes junto con Batman y Superman. Sony, productora de la película, se encontraba ante un duro dilema a la hora de retomar la saga del arácnido más famoso de la historia. Aunque la idea en principio era continuar con la Trilogía creada por Sam Raimi, la negativa a participar en las nuevas entregas por parte de Tobey Maguire (Spiderman 2002) hizo que Sony se replanteara todo. Nuevo protagonista, nuevos personajes, nuevo director, nuevo guion…Nueva película…pero mismo personaje, Spiderman. Decidieron entonces crear una nueva trilogía en la que se le diera una nueva visión al clásico del comic. Bajo mi humilde opinión acertaron de lleno, como amante y admirador del viejo comic, aquel que se consagro entre los años 50 y 70.
Para esta película, decidieron repasar la edad de plata de los comic-books y se eligió como piedra angular del proyecto la serie “The Amazing Spiderman”, la historia inicial del comic, escrito por el famoso guionista de Marvel Stan Lee y dibujado por Steve Ditko entre 1962 y 1966.
El elegido para dirigir el proyecto ha sido un novel de la pantalla grande como Marc Webb con un único filme en su haber, “500 días juntos”. Con una destacada carrera de realizador de videos musicales, ha sido un acierto escoger a Webb para darle un toque más oscuro, a la par darle un toque cómico al filme, y un aire jovial a la relación del trepamuros con su pareja en pantalla.
Allá por 1962, cuando Stan Lee creo el personaje del Hombre-araña, los personajes adolescentes en los cómics de superhéroes tenían reservado habitualmente el papel de compañeros del héroe principal, pero Lee no soportaba a ese tipo de personaje y con Spiderman rompió aquella tendencia, al presentarlos como protagonistas. Los lectores adolescentes se identificarían de inmediato con Peter Parker, el "álter ego" de Spiderman, por su carácter tímido, su soledad y su escasa capacidad para encajar entre jóvenes de su edad. Esta es una de las premisas llevadas a este Reboot por Marc Webb, aunque algunos quieren criticar el aspecto adolescente y ese enamoramiento bobo, de este nuevo Spiderman, fantásticamente interpretado por Andrew Garfield. Pero eso es precisamente lo que es y encarna los orígenes de Spiderman, un joven de 17 años dotado de superpoderes que tiene que convertirse en héroe y aprender a sobrellevar el peso de una vida con esa decisión…”Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”.
Es como si esta película fuese consciente en todo momento de que solo es la primera parte de una futura trilogía, por lo que se permite recrearse en la evolución del personaje, no hay prisa por verle en su labor de superhéroe. Incluso cuando ya se ha enfundado el disfraz aún le queda mucho por aprender, todavía le falta para ser Spiderman tal y como le conocemos.
En cuanto al casting, y siempre hablando desde mi propio conocimiento del comic.
Empecemos por Peter. ESTE es Peter. Si, hace skate. No, no tiene el típico aspecto de empollón. Y, aunque a veces lleva las de su padre, no usa gafas, sino lentillas. Sigue siendo un marginado, pero porque es tímido, retraído, no quiere hablar con nadie, va a su aire. Así que es un don nadie. Un cero a la izquierda. Los compañeros le ignoran. Sigue siendo eso que el bueno de Stan Lee creó hace 50 años. Solo que adaptado a nuestros tiempos. Más natural. Más normalizado. Más real. Pero además, este Peter es inteligente (pero siempre creíble) ingenioso, con carácter a pesar de su tímidez, buenazo, despierto, curioso, positivo, y con aptitudes científicas, no se limita a saber la teoría, sino que pone en práctica sus conocimientos. Es Peter. El de verdad. Y Andrew Garfield lo clava. Incluso se parece mucho físicamente. No es que la versión de Raimi fuese mala, es que este, aunque modernizado para que sea más creíble, es el Parker de los cómics. Tal cual. Y eso no se puede superar, sencillamente.
Gwen Stacy, el verdadero primer amor del Peter Parker del comic, magníficamente interpretado por una maravillosa Emma Stone. Porque para quien no lo sepa, Mary Jane realmente, es una vecina de Peter Parker, metida en la línea argumental del comic en sus años universitarios, para entrometerse en la relación de Peter con Gwen y dar así más líneas argumentales al comic. Probablemente durante la trilogía podréis llegar a conocer la verdadera historia, la cual no debo desvelar, para aquellos que se enteren por primera vez. Gwen HUMILLA a la M. J. de Raimi. Es lista y con carácter, pero no de un modo desagradable. Gwen es dulce, cariñosa, comprensiva y adorable. Pero sin por ello ser una delicada florecilla incapaz de defenderse por si misma. Es capaz de plantar cara al Lagarto, aunque este aterrorizada. Porque sí, Gwen sufre, tiene miedo, llora... Es una chica de 17 años, pero fuerte. Con debilidades humanas pero con una resistencia y un valor dignos de admirar, Gwen es un personaje equilibrado que puede considerarse desde ya una de las mejores (si no la mejor) "chicas del superhéroe", porque Gwen consigue que sintamos por ella lo mismo que siente Peter.
Esta es la maravillosa pareja protagonista, con el atractivo suficiente para ser capaces de conquistar a la audiencia, totalmente creíbles y con una química perfecta (en algunas escenas saltan chispas) y porque también se les nota muy comprometidos y a gusto dentro de estos papeles a los que dotan de una gran personalidad, siendo ellos lo que hacen que finalmente merezca la pena darle una nueva oportunidad al universo Spiderman. Emma Stone posee una gran comicidad pero también acierta cuando toca el drama y en esta combinación hace de su Gwen Stacy un personaje encantador, irónico y muy divertido. A su lado, un extraordinario Andrew Garfield supera a su predecesor en este papel, convirtiendo a su Peter Parker, no solo en el adolescente con esa mezcla de timidez y torpeza que le caracteriza, sino dándole también un punto reflexivo, todo ello aliñado con el carisma que desprende este actor, donde al igual que su compañera, triunfa en la parte cómica pero también es capaz de emocionarnos con su particular drama.
Tío Ben (Martin Sheen) y Tía May (Sally Field) resultan mucho más cercanos, creíbles y naturales, los de Raimi en la versión de 2002, son demasiado dulces y moralizantes, llegando a rozar la cursilería. Estos son cariñosos y comprensivos, pero también estrictos si hace falta. Si Peter se esta pasando de vueltas, se lleva una bronca propia de cualquier adolescente.
En cuanto al Hombre-Lagarto (Rhys Ifans), es un villano sumamente decente. Transmite la sensación de ser un duro rival, no es el típico malo que solo quiere destruir el mundo, al contrario, él cree que está haciendo algo bueno por la humanidad, y deja enfrentamientos con Spiderman para el recuerdo cinematográfico.
En definitiva, una película que podría haber sufrido por exceso de tramas, pero que en absoluto llega a hacerlo, aunque dejan algún cabo suelto, estamos sólo ante el comienzo de una saga que apenas enseña sus cartas. Lo que Raimi no pudo tener una década atrás Webb lo utiliza al máximo para dejarnos con la sensación de que apenas sí hemos abierto una puerta. La otra vertiente testigo de ese cambio es la estética y el tono realista que mantiene el film en buena parte de su desarrollo. De nuevo, se desestiman nuestras preocupaciones: no, “The Amazing Spiderman” no acude al modelo del “Batman” de Christopher Nolan, cosa que muchos creían y que otros tantos deseaban, por ser mas fans del murciélago nocturno y también porque la productora es la misma para ambas sagas. Ni está ese modelo, ni se le espera. No es un thriller criminal, y por muy torturado que llegue a estar Peter Parker, es su propia tortura, y no la de Bruce Wayne. Peter no se aísla a causa de su tragedia, sino que reclama su derecho a escapar de ese aislamiento y su grito es respondido por cuantos le rodean, y cuando la trascendencia amenaza con convertirse en solemnidad, es momento para un buen gag o una buena broma, porque también hay, y muchos, instantes de comedia perfectamente engarzados. Puede que a Webb no le importe fotografíar el traje con sus pliegues y sus arrugas, algo que nunca vimos en la saga clásica, pero, cuando empieza la lucha y el estruendo
superheroico... Ahí no hay ni rastro del más mínimo realismo, hasta el punto de que la utilización de efectos visuales no se oculte en ningún momento, contrastando con la verosimilitud del resto de la pieza a cambio de un gran espectáculo: aquí hay unos cuantos planos para que nos quedemos con la boca abierta y adorando el 3D.
FDO: OSCAR MARTINEZ MARTINEZ
Te sales galleguillo, pero podías haber puesto el vídeo que te mande... juassssssssssss, ENORMEEEEEEEEEE
ResponderEliminarPor cierto a que espera Pepe Nieves para daros un espacio en la claqueta? él verá, la audiencia se lo pierde.
ResponderEliminarA que espera Pepe Nieves para daros bola en la claqueta, no es que el se lo pierda, es que se lo pierde la audiencia...
ResponderEliminarfelicidaes por todo lo descrito en tu publicacion...............increible,,,,,,,,,,,,,,un abrazo.........
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