Su testamento lo registró en el 2009. En su último disco interpreta I didn't know my own strenght. Con una voz malgastada por la vida, sobre todo la mala. En esta canción aludía a una fuerza que manaba de su interior y que era la que la iba a llevar de nuevo a lo más alto después de haber transitado por todo el dolor.
Lejos atrás quedaba una niñez marcada por el Gospel, su madre era Cissy Houston, una solista muy reconocida y por su madrina, la gran Aretha Franklin, la reina del Blues. De estas fuentes bebió para convertirse en una de las mejores voces negras de todos los tiempos y de las mas premiadas, con mas de 400 premios y reconocimientos en su carrera. Dos premios Emmy, seis premios Grammy, treinta premios Billboard Music Awards y veintidós American Music Awards , para un total de 415 premios en su carrera. También es una de las artistas musicales que ha vendido un mayor número de discos en el mundo con más de 170 millones entre álbumes, sencillos y vídeos.
Todo empezó en 1986, cuando Whitney de apenas 22 años, se llevaba el Grammy a la mejor canción con Saving all my love. Siendo ya una diva, se convirtió poco después en una especie de novia de América. Todo lo que tocaba se convertía en éxito, su segundo disco, Whitney, la convirtió en la primera mujer que llegaba al número uno de la lista Billboard y antes del final de la década de los 80 superó en ventas a todo un Michael Jackson.
En 1991 cautivó a los estadounidenses con su interpretación del himno de las barras y las estrellas en la final del fútbol americano, aumentando aun mas su publico.
En la cima del éxito, el salto al cine era obligado. Inició su carrera cinematográfica en el año 1992 con la película El guardaespaldas, cuya banda sonora alcanzó el puesto número tres de los 100 álbumes más vendidos de todos los tiempos, con 48 millones de copias vendidas. En aquel mismo año, la diva anunciaba su matrimonio con el rapero Bobby Brown. El matrimonio hizo que él absorbiera parte de su éxito y al final, de su vida. En 1994, Whitney Houston aún sentía el palpito del éxito de El Guardaespaldas. Los Grammy de 1994 coronaban su disco como el mejor del año, pero él éxito ya era sólo algo de los escenarios. La cantante comenzó ese mismo año su paso por hospitales, que se convirtieron en cita obligada en su vida. En aquella ocasión, la pérdida de un hijo la apartó de sus actividades durante una temporada. Si embargo, Whitney Houston seguía emitiendo una imagen de éxito. Quizá porque su vida era ya simplemente eso, su imagen. “En este momento puedo hacer básicamente cualquier cosa que se me antoje”, decía en alguna entrevista de la época.
Continuaría su filmografía en 1995 con la película Waiting to Exhale, y por último en The Preacher's Wife , junto a Denzel Washington, en 1996. Las dos películas de claro corte musical y que buscaban mas el éxito por la cantante y sus canciones, que por la interpretación e historia general que en ellas se contaba. The Preacher´s Wife fue un intento, no sólo en la fórmula, de repetir el éxito de El guardaespaldas. No obstante, la gran noticia de la película protagonizada por la diva fue su detención por posesión de marihuana. Esta ultima marco el fin de su carrera cinematográfica pues según el director, y mas tarde reconocido por ella misma, fue un rodaje muy duro de llevar a buen puerto, pues por aquel entonces la droga formaba parte de su vida diaria. Las sombras del matrimonio de Whitney con Bobby Brown empezaron a hacerse públicas. En 1997, se publicó una fotografía suya con un vendaje facial. Oficialmente, un accidente doméstico sufrido en su yate, mientras compartía unas vacaciones con su marido en Capri, le causó un corte en la cara. Fuera de los focos, se especulaba con cómo pudo aquel plato haber acabado estallado en la mejilla de la diva.
En 2001, su hermano Michael también era arrestado por tenencia de drogas. Incluso su todavía marido, Bobby Brown, pasó por el hospital al desvanecerse durante una grabación. Por aquel entonces la cantante ya había reconocido tener un problema con las drogas. Desde entonces peleó desesperada y erráticamente por su redención. Hasta que, e n 2006, el matrimonio de Whitney Houston con Bobby Brown tocó fondo públicamente. El cantante se dejó ver en público en la compañía nada discreta de otras mujeres, lo que fue el anticipo de una demanda de divorcio en la que la custodia de la hija de ambos se convirtió en caballo de batalla de la otrora estrella. En 2009, concedió una entrevista a Oprah Winfrey en ella Whitney lo admitió todo: su adicción a diversas drogas, incluido el crack, su infierno personal -pasó siete meses en pijama-, sus problemas con Bobby Brown. Todo ello como una campaña de lavado de cara, pero sobre todo de vida, y en ese mismo año saco su último disco, que volvió a dejarla en los numero uno de ventas, pero ya sin su preciosa y particular voz al 100%. Desde entonces, algún problema de salud, sobre todo con el alcohol, la hizo decaer pero ella se esforzaba por volver a su sitio, es mas, estaba trabajando en una película, a la cual solamente le faltaba la post producción, donde prometía volver a ser la mas grande.
De todas formas, la mejor manera de recordarla, es en su momento más brillante, cuando cogió una canción country de Dolly Parton, la hizo suya para siempre y consiguió que todo aspirante a estrella de la canción o persona enamorada de este mundo la cantara, tratando de imitar su preciosa voz….
Hasta siempre....
F.do:OSCAR MARTINEZ
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